
Más de uno y más de dos de vosotros tomasteis, tras la temporada pasada, la decisión de poner vuestro barco a chartear. Os entendemos a la perfección: navegar es un hobby ciertamente caro (si empezamos a anotar los costes anuales, no acabaríamos: amarre, tasas, inspecciones, reposición de material, varadas, limpieza, mantenimiento, reparaciones, combustible, personal…), y ello para poder disfrutarlo apenas uno o dos meses al año. Así que, aunque un poco a regañadientes, y para no desprenderos de ella, decidisteis finalmente amortizar vuestra embarcación “poniéndola a trabajar”.
Iniciar un negocio de chárter (entiéndase, de chárter legal), aun para embarcaciones de porte pequeño o medio, no es una banalidad. Dependiendo de la forma que se adopte para hacerlo (como persona física, jurídica, directamente, a través de una empresa explotadora, etc), hay que realizar una serie de gestiones previas. Y será necesario adaptar la embarcación, tanto física como registralmente, a este cometido. Ello sin mencionar las licencias que se han de obtener ante las Administraciones Autonómicas involucradas… Pongamos tranquilamente entre unos 4 a 6 meses, discurriendo todo bien y sin contratiempos (que suele ser lo habitual). Y en el caso de embarcaciones de gran porte o megayates, los plazos casi se pueden duplicar, dependiendo, sobre todo, del tipo de registro comercial elegido.
Os contamos esto porque año tras año solemos contemplar los mismos errores: armadores que nos visitan tras el primer deshielo (normalmente tras la Semana Santa) para encomendarnos estas gestiones, esperando que el primer día de junio su barco pueda estar despachado para el chárter y, a ser posible, con una cola de clientes esperando para alquilarlo… Y cada año se nos cae el alma a los pies al tener que informarles de que probablemente no obtendrá los permisos hasta después del verano, con lo que la temporada (y todas sus expectativas) se habrá ido al garete. Un año perdido, sí. Porque a pesar de que nuestra Administración ha evolucionado muy levemente, en algunos ámbitos todavía está anclada en la Edad del Sobre y del Sello (¡os lo certifico!).
Para evitar esta pérdida de tiempo y también de ingresos, es necesario iniciar el proceso, como mínimo, con la antelación de esos 4 a 6 meses, para que cuando comience la temporada de chárter, todo esté perfectamente listo y documentado. La alternativa de chartear de forma ilegal para tratar de salvar la temporada puede tener consecuencias desastrosas en forma de sanciones.
Así que no demoréis la decisión. Éste es el momento de hacerlo. Y afortunadamente nuestra organización nunca descansa, y estamos aquí para asesoraros y ayudaros en todo. Contactadnos cuanto antes si os habéis decidido. No perdéis un barco: ganáis clientes (siempre), amigos (a menudo) e ingresos (que es de lo que se trataba)…
El staff de AITAMAR Group
Tel. 34 965637006 – 34 667750031